Jögo Bean

Un cuerpo sin Alba es un poemario intimista que narra la vida de Alba después de que esta se escurra de su propio cuerpo a través de los huecos que quedan entre las cicatrices de la piel. Los poemas de esta obra se pueden leer como una historia encadenada que relata la existencia de la protagonista. Pero también es posible abordarlos de manera individual. En este último caso, se puede comprobar que cada texto presenta un aspecto de sufrimiento relacionado con la vida cotidiana de muchas mujeres.

Fragmento:

Corriendo a trompicones; cortesía de los grilletes;
eslabones de expectativas tan pesadas como el ancla de los barcos.
Sueños ajenos que atraviesan el alma propia como estiletes.

Torso de Molina es una novela corta de investigación criminal (noir suave), que sigue los pasos de la cirujana Alejandra Chacur en sus desvelos por resolver un caso abierto desde hace décadas. Por medio de los diarios del investigador principal y otros datos desconocidos en la época, se esforzará para tratar de reconstruir la secuencia de acontecimientos que dieron como resultado el asesinato de una mujer.

Fragmento:

  La pandemia me estaba desgastando a más velocidad de la que conseguía recuperarme. La irrupción de este coronavirus había ido llevándose por delante mis herramientas adaptativas al entorno, una tras otra.

  Hasta entonces, la especialidad en cirugía general me había permitido llevar una vida moderadamente cómoda, controlable, ordenada.

  Pero, en plena tercera ola pandémica, con el caos hospitalario, la presión social y el cambio absoluto de rutinas, sentía que me desmoronaba un poco más con cada respiración exhalada. La doctora Alejandra Chacur Molina, cirujana, había tenido que adaptarse a marchas forzadas al nuevo ritmo impuesto por una prevalencia que parecía capaz de arrollar cualquier protocolo previsto. Como una inteligencia sin sustrato biológico, la enfermedad parecía analizar y encontrar los puntos críticos de cada grupo humano para poder explotarlos luego a su antojo y continuar propagándose sin freno.

  Precisamente sobre ello me puse a razonar al poco de despertar. Se cumplía un año exacto desde que se hubiera decretado el primer Estado de Alarma y el confinamiento masivo. En ese momento, un segundo Estado de Alarma y otras medidas autonómicas mantenían activa la restricción de la movilidad nocturna y, en algunos lugares, se limitaban también ciertos desplazamientos e interacciones sociales.

Ish'ala es una novela de fantasía ambientada en un universo creado con hilos de colores. La lectura transcurre en diversos entornos imaginarios donde tienen lugar las aventuras y desventuras de 'Oos, una criatura del Pueblo Peregrino. Hasta el momento de su partida, siempre había creído que más allá de la zona segura del eclipse permanente solo había luz y muerte. En parte tenía razón. Sin embargo, había mucho más por descubrir.

Fragmento:

  En el principio solo había silencio. Los hilos de la vida flotaban en el caos de la nada, desordenados y dispersos.

  Entonces, Ammá existió. Y vio. Y, en la quietud de la oscura inmensidad, pensó que quería una compañera. Arrancó un pedazo de su propio ser y engendró a Emmá, que también existió a partir de entonces.

  Ammá perdió un fragmento, pero estaba alegre porque había creado a Emmá, a quien amó desde el primer instante. Había salido de ella, pero no era ella.

  Emmá también amó a Ammá. Bailó por un tiempo que no veía final y muchos hilos azules se congregaron alrededor, girando en torno a ella. Emmá dio más y más vueltas. Con pasión. Y los hilos giraron también, cada vez más rápido y más cerca. Así fue como nació Bara, el sol, que iluminó lo que antes era solo sombra y oscuridad despoblada.

  Ammá miró a Emmá, iluminada por Bara. Emmá miró a Ammá, iluminada por Bara. Se amaban.

  Emmá sonrió y, en secreto, tejió un regalo para Ammá. Bordó en el tapiz oscuro un sinfín de puntadas brillantes, las estrellas, tan abundantes que Ammá no las pudo contar. Su número era proporcional al amor que se tenían.

256 es una aventura corta de Ciencia Ficción. La historia se asoma a un diario en el que, cada día, alguien que viaja a bordo de una nave espacial comparte su vivencia de la jornada. Por medio de pequeños mensajes, nos asomamos a una visión alternativa de lo que podría ser (o ya está siendo) el destino de la humanidad. Un texto por cada día que dura el trayecto. 256 días de viaje. En total, 65536 caracteres. Esa es, exactamente, la duración de esta aventura.

Fragmento:

  Hoy despegamos. Siento nervios. A ver si puedo cumplir con el límite de 256 caracteres diarios que nos han impuesto. Tiene que ver con no se qué cosa del número dos y la saturación de la red. La verdad es que poco más tengo que decir. ¡Allá voy, Titania!