Portada de Ish'ala
Categorías:   fantasia atípica; mundo de fantasía; criaturas fantásticas; aventuras épicas; mitología y folklore; guerras y batallas fantásticas; quests y búsquedas heroicas;

Ish’ala es una aventura de fantasía que transcurre en un universo imaginario formado por hilos. La criatura protagonista se lanza a una búsqueda imposible para tratar de encontrar a un personaje mitológico desaparecido tiempo atrás. En su camino encontrará criaturas de improbable existencia y viajará hasta regiones lejanas que pondrán a prueba su concepción de la realidad. Todo lo que conoce sobre su mundo resultará insuficiente para redefinir una nueva cosmovisión en la que poder encajar las maravillas y sorpresas que aguardan más allá de los límites de la existencia, allí donde termina la luz.

La novela sigue los pasos de una criatura que pertenece a una raza imaginaria, por lo que es ideal para quienes quieren evadirse leyendo fantasía atípica, algo diferente de los habituales dragones, vampiros y similares. Por su parte, las personas que disfrutan leyendo entre líneas se encontrarán con temas transversales como la identidad personal, el autoconcepto, las creencias y la cultura heredada, pero sin caer en moralinas artificiales o que interrumpan la historia.

Además, la obra incluye un apéndice que contiene una explicación detallada de La Lengua (el idioma imaginario creado para la novela), con su sistema de escritura y numeración, así como también explicaciones sobre diversas cuestiones que enriquecen la historia.

También se incluye acceso exclusivo a contenido en línea, como mapas, esquemas y un apéndice sobre el idioma principal del universo propio. Tiene 24 capítulos principales, 16 capítulos extra y 5 mapas/esquemas.

Ish'ala fue la primera novela que me decidí a compartir con el mundo, por eso le da nombre a esta misma página web. No solo es el nombre de la aventura, sino también el inicio de la mía propia.

Todas las aldeas de Ish’ala tenían un calendario cosido al suelo, siempre a pocos pasos de la hoguera común. Una de las Tres Ancianas era la encargada de hacer avanzar el marcador sobre la pelusa de tejido hirsuto. Cada mañana, al comienzo de la hora primera, despegaba la semilla que utilizaban como indicador y la pasaba al siguiente recuadro. Era un proceso ruidoso, porque la superficie del marcador estaba plagada de pequeños ganchos que se retorcían sobre sí mismos y, al despegarlos, emitían un crujido muy característico. El diseño del suelo se tejía con hilos parcialmente deshilachados, de manera que los bucles de estos se enredaban con las espículas de la semilla y podían resistir incluso la fuerza del viento.

De vez en cuando, alguno de los miembros más jóvenes de la familia se tropezaba sobre el calendario y, por un tiempo, debía lucir las marcas que quedaban en la piel como consecuencia de haber tenido que desprender el marcador; en el proceso se perdía un buen puñado de hilos.

Para evitar esta cuestión, todas las ancianas encargadas del calendario disponían de un artilugio de madera que se utilizaba para manipular la semilla.

Ish'ala es una novela con muy poco diálogo, pero que no se pierde en descripciones infinitas. A lo largo de la historia, hay varios conceptos que se atraviesan la narración de manera transversal; la propia identidad, las creencias personales y la cultura de los antepasados.

En el proceso de buscar la propia identidad, siempre aparece la duda; ese sentimiento de pérdida interior que nos mina al confrontar la persona que somos con las expectativas de quien nos gustaría llegar a ser.

Sobre las creencias, las religiones comparten el ideal de un mundo más unido. Esta concepción del universo puede ser tergiversada y retorcida hasta convertirse en una justificación gratuita de la división social.

La cultura de los pueblos, de los ancestros, juega un papel determinante en su desarrollo social. El idioma, el sistema de creencias, la tradición oral, las relaciones sociales... Todo ello moldea a los individuos y afecta a las decisiones que toman.

Portada de Ish'ala

En la portada aparece un texto escrito en "La Lengua", el idioma del Pueblo Peregrino, que es la raza a la que pertenece la criatura protagonista de la historia. En sí mismo, es un resumen de la propia novela.

‘Oos había concluido que aquella suerte de ponis que adornaban la lana de su pelo con piedras y diversos ornamentos eran malvados por naturaleza.

A partir de las inscripciones que había podido observar en la entrada de algunas cuevas y de los tapices que, en ocasiones, decoraban los palcos de ciertos coliseos cavernosos, el Elia dedujo que esos seres pertenecían a una estirpe de adoradores de Bara, al menos así fue en el pasado. Una y otra vez se encontraba con bordados que narraban algún tipo de historia relacionada con una esfera de luz que acariciaba el suelo y derretía la nieve, de manera que una multitud de individuos emergía de grandes macizos montañosos y construía viviendas en el exterior.

Así hablarías en Ish'ala

Me haces daño.
Literalmente: Tú anudas mi relleno.

Hasta el infinito y más allá.
Literalmente: Tú ve hasta muy muy lejos.

Quien calla, otorga.
Literalmente: Tú callas, la otra persona que no somos ni tú ni yo encuentra.

¿Cómo estás?.
Literalmente: ¿Tejes?

Te quiero.
Literalmente: Te siento y creo en ti.

¡Esto es fantástico!.
Literalmente: Es mucho.